Una noche de incalculables sueños.
China irrumpe.
Entre un edificio y otro sobreviven mis pies
equilibristas,
la memoria por definición cayó al vacío.
Vi de la boca de la gente las grafías,
su escritura son nuestras metáforas,
cavidad sempiterna o arrecife en donde somos.
China es un país que lo supo todo;
la media luna en la mirada,
un triángulo de oxígeno,
y siempre la distancia.
Sus remos navegan en la superficie del tiempo
sin tocarlo, sin desearlo;
sus millones de cuerpos desembocan
en el pensamiento.
En las ciudades los cuerpos sólo son arena
sólo efecto del viento
sólo cadenas
sólo incendios artificiales.
sólo cuerpos.
Las ciudades hacen una esquina
para doblar en la Historia
el más perfecto de los biombos.
Ciudades de arroz y lluvia,
lo demás son pequeñas islas
de arquitectura equivocada.
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