sábado, 5 de noviembre de 2011

NOVIEMBRE



NOVIEMBRE

El mes cuando nace muere.
Y habla:

Antes fui el noveno,
ahora soy la antesala
del mismo invierno.

Veo los ojos desde la cavidad
que esculpen sobre el hueso,
que me gusta pronunciar
“interioridad de la mirada”

Más sabios son en mí,
los ojos,
en mi tiempo,
un mes que dura todo el año.

Soy un mes solitario;
año venenoso y dócil
donde un escorpión
decide su pasado.

Hoy anciano que gatea
al encuentro de su madre,
seno del que manan
hojas caídas a secas,
que bebo con la miel
derramada por mis ojos.

Soy un puente.
                    Año colgante.
Treinta muertes festivas.
Agua que visita la transparencia.

Antes nueve clavado a la tierra,
hoy dos líneas paralelas
permitiendo el cielo.
11.







martes, 1 de marzo de 2011

jueves, 3 de febrero de 2011

Lo que escribo y dibujo en clase de Maestría


Tarde
y el cielo, madre.
Muchos colores intuyen tu presencia
buscando cazar antiguos antílopes
                                     /en mis ojos.
Y el cielo, madre,
espinas o parvadas de inicios
para entrar en la muerte.

Mirar es lo último.
El dolor se levanta con el viento.

Madre, perdona que te nombre
en este alumbramiento.

Cada cuenta del rosario es una injuria
del mismo color repetido,
como dios en tu seno.

Dame de beber la noche
             con la débil luz
             que mana tu pecho.




martes, 18 de enero de 2011

Siembras futuras

En la luz de la tarde
el invento del día se hace sombra,
la conversación decae
con inicios de tocar tu cuerpo,
por amor a tu tacto de siembras futuras
que mueren en invierno
cuando arden.

Amo tus cenizas más que al fuego,
con la lluvia tardía que te disuelve;
y eres fértil,
mis manos en la tierra te acarician.
Amo tus cenizas porque vuelas
y eres indeseada en la casa de mi sexo
y eres necesaria por la ventana
a solas
donde el encuentro hace sudar las piedras,
magnolia hecha de labios
volvámonos a la pequeña muerte.
Volvámonos mariposas
y el calor nos hará orgasmos alados.


Miguel León-Govea